lunes, 11 de noviembre de 2013

Ciccone, quebrada + Vandenbroele, fronteras adentro

La Justicia prohibió salir del país al presunto testaferro del vicepresidente Amado Boudou, Alejandro Vandenbroele. Así lo dispuso el juez en lo Comercial Javier Cosentino hasta el 5 de mayo próximo, período en el que se buscará esclarecer la situación patrimonial de la ex imprenta Ciccone y los créditos que adeuda.

Cosentino tomó esa decisión al declarar la quiebra de la imprenta por segunda vez desde mediados de 2010, según consta en la copia de la resolución que obtuvo LA NACION. Rebautizada Compañia de Valores Sudamericana (CVS), la ex Ciccone está intervenida por el Gobierno desde agosto del año pasado, y bajo el control directo del ministro de Economía, Hernán Lorenzino, y de la jefa de la Casa de Moneda, Katya Daura, funcionaria que responde a Boudou.


La nueva quiebra, y su consiguiente inhibición general de bienes, implica otro contratiempo para los planes del Gobierno, que al intervenir la imprenta dijo que a las arcas del Estado no les costaría "ni un peso". Ahora está incluso ante un posible remate de los bienes de la compañía si no hace frente al reclamo de uno de los acreedores, Tecnología del Sur -una empresa de consultoría en sistemas-, por una deuda de $ 2,6 millones.

Para Vandenbroele, en cambio, la orden judicial llegó en un momento singular. En Uruguay, la justicia quiere indagarlo por presunto lavado de dinero después de investigar cómo canalizó fondos a través de la sociedad Dusbel SA, de ese país, con destino al misterioso fondo The Old Fund, según confirmaron fuentes tribunalicias en Montevideo. Con ese objetivo, hace un mes se envió un pedido a Buenos Aires, del que todavía no han recibido respuesta alguna.

pd: el resto de la nota publicada hoy en LA NACION, acá.

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