miércoles, 28 de agosto de 2013

"I have a dream" - yo también, King

Hoy se cumplen 50 años de uno de los más bellos, potentes e importates discursos de toda la historia. El de Martin Luther King, Jr, en la capital de los Estados Unidos, con la efigie de Abraham Lincoln a sus espaldas.

El discurso, si no lo has visto y escuchado, es extraordinario. Vale cada segundo. Por quién lo enuncia, por cómo lo expresa, por cuándo lo pronuncia y, lo más relevante, por lo que dice y por lo que calla.

Casi un siglo había transcurrido desde el fin de la Guerra Civil en Estados Unidos, pero el racismo era aún un hecho cotidiano (todavía lo es, en muchos aspectos). Y la comunidad negra comenzaba a impacientarse, con vertientes cada vez más virulentas que empezaban a ganar terreno, con Malcom X e incluso los Black Panthers como líderes emergentes. Pero también porque muchos blancos esperaban que King cometiera un error, se excediera en una palabra, para reforzar sus propios prejuicios y alimentar su intolerancia.

Es en ese momento, que una cofradía de hombres comprometidos con sus ideas y valores –King fue uno de los más prominentes, pero no el único–, decidió concretar una demostración de fuerza en la capital del Imperio.

Lo lograron, con un mensaje extraordinario, que alude a la “intensa urgencia de este momento”, que defiende la no violencia como método revolucionario. Pero no desde la comodidad de un living (o una laptop, hoy en día), no desde la utopía boba, sino poniendo el cuerpo, arriesgando la vida. Y perdiéndola en varios casos, como ocurriría con el propio King.

“No podemos caminar solos”, pregona el reverendo, en un discurso rítmico, que gana fuerza hasta su clímax. Un in crescendo extraordinario que aún conmueve.

Así, hacia el minuto 11:25, King pronuncia por vez primera lo que hasta el final se convertirá en una suerte de latiguillo: “Tengo un sueño”.

(Podés leer subtitulados en español clickeando en el ícono "captions", justo debajo de las imágenes)

¿Cuál? “Es un sueño profundamente enraizado en el sueño americano”.

¿Cómo es? “Sueño que un día esta nación se pondrá en pie y realizará el verdadero significado de su credo: 'Sostenemos que estas verdades son evidentes por sí mismas: que todos los hombres han sido creados iguales'”.

Lúcido y acaso profético, incluso, King indica que quizá los allí presentes, en Washington DC, no lleguen a ver plasmado esa realidad. O que, al menos, él no. “Tengo un sueño: que mis cuatro pequeños hijos un día vivirán en una nación en la que no serán juzgados por el color de su piel, sino por sus personalidades”.

Poético, con una cadencia propia de sus sermones de pastor, King va más allá. Convoca a un ideal: “Seremos capaces de cortar una piedra de esperanza de la montaña de desesperación”, para así al fin crear una “hermosa sinfonía de fraternidad”. Algo tan movilizador como fueron las acciones que antes y después instrumentaron King y otros muchos.

Cincuenta años después de aquel discurso, un hombre mitad negro, mitad blanco es el Presidente de Estados Unidos. Algo que ni King acaso soñó (o por astucia prefirió callar), pero que sí demostró que el planteo que soñó para sus hijos es válido: Barak Obama no será juzgado por la Historia por su color de piel, sino por su actuación como presidente.

“¡Libres al fin!”, cierra King su discurso, del que, medio siglo después, los argentinos mucho, muchísimo, podemos aprender.

martes, 27 de agosto de 2013

Báez, Aldyne & un tano - el viento los amontona

Otra sombra se cierne sobre el “caso Báez”. Un fiscal italiano pidió una condena efectiva de prisión contra uno de los pocos rostros visibles que aparecen en el complejo entramado de sociedades que rodean al empresario patagónico Lázaro Báez.

El fiscal Antonio Bianco solicitó 7 años y cuatro meses de prisión para el financista ítalo-suizo Giampiero Addis Melaiu, por liderar una supuesta asociación ilícita destinada a lavar dinero y cometer fraudes y desfalcos por cerca de 50 millones de euros, según informó la prensa. Ya arrastraba una condena por tráfico internacional de armas.


Addis Melaiu [foto, arriba] figura como uno de los dos directores de la sociedad Aldyne, un eslabón clave en las Islas Seychelles entre la firma suiza Helvetic Services Group y una red de 148 empresas fantasmas que los investigadores argentinos sospechan que  habría lavado millones de dólares de Báez alrededor del mundo.

El juicio penal que afronta Addis Melaiu en Italia, sin embargo, no representa una novedad para el financista. En 2007 fue condenado por su rol en un tráfico de armas y en 2009 afrontó reclamos tributarios de los fiscos italiano y suizo por otra firma, domiciliada en Las Vegas, Estados Unidos.

Tras el estallido del “caso Báez” en la Argentina, en tanto, la firma Aldyne en la que aparece Addis Melaiu ordenó el cierre de al menos cinco de esas 148 sociedades.

pd: el resto de la nota publicada hoy en LA NACIÓN, acá; más de la prensa italiana, acá.

domingo, 25 de agosto de 2013

Dovena - otra pieza en el rompecabezas Ciccone

El "caso Ciccone" suma una nueva pieza a su complejo entramado. Se trata del actual embajador argentino en Uruguay, Dante Dovena, hombre de máxima confianza de Néstor Kirchner. Fue Dovena quien intermedió entre el ex presidente y la familia Ciccone, en uno de los intentos por rescatar a la imprenta.

El protagonismo hasta ahora secreto de Dovena se prolongó durante meses, a principios de 2010, hasta que chocó con una negativa tajante de Kirchner, quien frenó sus esfuerzos con una frase que pareció anticipar lo que vendría. A la empresa "la queremos toda", comunicó el ex mandatario.
El rol de Dovena, confirmado por dos miembros de la familia Ciccone y un allegado del propio embajador a LA NACION, que accedió a documentos firmados ante escribano público, concluyó de manera abrupta en octubre de 2010. Por entonces, Alejandro Vandenbroele, el presunto testaferro del entonces ministro de Economía, Amado Boudou, comenzaba su desembarco en la imprenta.
pd: el resto de la nota publicada hoy en LA NACIÓN, acá.

sábado, 24 de agosto de 2013

Dobry, dictadura y una deuda honrada

Publicado en el suplemento ADN de esta semana:

Muchos golpearon las puertas de los cuarteles, pero luego escondieron sus manos. Llenaron la Plaza por “la gesta” de Malvinas, pero luego clamaron “por los chicos”. Callaron sobre los desaparecidos y trataron de “locas” a las Madres, pero hoy se adjudican roles tan heroicos como falsos. Pero lo más perverso de todo, sin embargo, es que durante esa cínica metamorfosis muchos que sí se jugaron la vida durante aquellos años quedaron eclipsados. Ninguneados. Eso viene a revertir, al menos en parte, el último libro del periodista Hernán Dobry.

Titulado “Los judíos y la dictadura” (Editorial Vergara, 438 páginas), el estupendo libro de Dobry anticipa desde su subtítulo que se centra en “los desaparecidos, el antisemitismo y la resistencia” de aquellos años. Pero, narra, en particular, la historia hasta ahora silenciada de un periodista, Herman Schiller, y el periódico comunitario que dirigió, Nueva Presencia, desde el que denunció lo que tantos callaban.

“Tanto el periódico como Schiller se han convertido en los primeros desaparecidos del ‘relato’ sobre el rol de los medios de comunicación durante el autodenominado Proceso de Reorganización Nacional”, remarca Dobry en el despuntar del libro, en el que también honra la labor de una promisoria investigadora, Gabriela Lotersztain, ya fallecida, pero que llegó a publicar su obra “Los judíos bajo el terror 1976 -1983”.


En capítulos cortos, bien escritos y documentados, Dobry da cuenta también de la controvertida actuación de muchos líderes de la comunidad durante aquellos años negros. En particular, de los dirigentes de la DAIA. Algunos, como Schiller, son sus críticos acérrimos; otros, los defienden. Pero e el autor –profesor además en las universidades de Palermo y Abierta Interamericana (UAI) –, tras investigar lo ocurrido, lo publicado (y lo callado) y abrevar en numerosas entrevistas y fuentes documentales, llega a una conclusión tan sencilla como incómoda: “Ninguna de estas dos vertientes falta a la verdad, pero cada uno la acentúa a su manera”, explica.


Así, Dobry expone que muchos dirigentes de la comunidad judía  optaron por el silencio. O peor, aprovecharon la oportunidad para negocios propios. Pero algunos, por el contrario, impulsaron una “diplomacia silenciosa” y hubo otros, muy pocos, que levantaron la voz y actuaron.


Dobry destaca, entre esos ejemplos extraordinarios, a los rabinos Roberto Graetz y Marshall Meyer, referente del Movimiento Judío por los Derechos Humanos (MJDH). También, al editor de Di Presse, el ingeniero Carlos Rabdil, que sacó a la luz Nueva Presencia y lo bancó cuando comenzó a levantar durísimas resistencias desde su primer número. No sólo eso, a medida que crecía hasta llegar a los 25.000 ejemplares, afrontó calumnias, amenazas y dos bombas.

“Conflictivo”,  “loco”, “suicida”, “petardista”, fueron algunos de los muchos calificativos que le colgaron a Schiller. Pero él siguió adelante, junto a un puñado de colaboradores que honraron el oficio. Entre otros, Gerardo Yomal, Daniel Muchnik, Antonio Elio Brailovsky, Eliahu Toker, Marcos Aguinis, Leonardo Senkman, Sául Drajer, Carlos Alberto Brocatto, Moshe Wainstein, María Caiati, Rolando Jalife y Elio Brat, más la fotógrafa Alicia Segal y el dibujante Roberto Bobrow.

No la tuvieron fácil y “Nueva Presencia” terminó por cerrar. Pero cumplieron con su misión cuando la sociedad argentina prefería mirar para otro lado. Porque, como rescata Dobry, el “problema más grave” para los argentinos en noviembre de 1983, según una encuesta de Julio Aurelio y Enrique Zuleta Puceiro, era la desocupación, mientras que ubicaban séptimo (sobre 11 prioridades) a los desaparecidos y no incluían a la represión entre lo más repudiable de la dictadura.

Aquellos años –como también ocurrió con Robert Cox, Andrew Graham Yoll y James Neilson en el Buenos Aires Herald–, le pasaron factura a quienes se animaron a romper el silencio, como recuerda Schiller, que sorprende al lector. “Muchos me preguntan si volvería a hacerlo. No, no lo volvería a hacer, ni loco que estuviese. No estoy arrepentido, pero la guerra fue tan despiadada que lo único que hice fue perder. Perdí todo: amigos, familiares, que no me dirigieron más la palabra, fui visto como enemigo público número uno por un sector de la comunidad. No fue fácil”.

Afortunadamente, sin embargo, sí Schiller hizo lo que debía hacer cuando debió hacerlo. Y Dobry lo rescata del olvido. “Si esto no ocurriera, se estaría dejando a la historia del periodismo argentino sin la presencia de uno de sus honrosos y destacados miembros. Esa es la finalidad de este trabajo”. El libro cumple con creces ese objetivo.

martes, 20 de agosto de 2013

El nexo entre Cristóbal y Petrobras niega TODO

otagonista inesperado de la tormenta que asedia al empresario patagónico Cristóbal López, el operador Jorge Rottemberg confirmó que intermedió en la compra de los activos de la petrolera estatal brasileña Petrobras en la Argentina. Pero negó, de manera tajante, que se hayan pagado coimas para aceitar la operación. "Desconozco los supuestos sobornos", afirmó.
Por primera vez, así, Rottemberg rompió su silencio público. El negocio, afirmó ante la consulta de LA NACION, "afortunadamente se encuentra dentro de la operatoria comercial de la sociedad" que se utilizó para mediar entre López y Petrobras.

Rottemberg se encuentra fuera del país, al que volverá recién a mediados del mes próximo. Evitó, sin embargo, precisar dónde está. Pidió además, mediante un correo electrónico, cautela con las cifras de dinero que se publican por estrictas razones de seguridad familiar.
"Tengo familia y esto es peligroso, por la seguridad", solicitó. "Es sólo una preocupación, soy una persona de bajo perfil y cero exposición", argumentó.
Rottemberg es, en efecto, un empresario cuyo rostro es muy poco conocido. Pero registra un antecedente incómodo que arrastra desde hace más de 15 años, cuando se desempeñó junto al jefe de Gabinete Jorge Rodríguez, durante la segunda presidencia de Carlos Menem.
pd: el resto de la nota publicada en LA NACIÓN, acá.

lunes, 19 de agosto de 2013

Lázaro y el investigador investigado

El máximo responsable de la prevención del lavado del Banco Nación hasta principios de 2012 es investigado por la Unidad de Información Financiera (UIF) y el Banco Central (BCRA) por no haber reportado un sospechoso depósito por US$ 7,5 millones que efectuó el empresario Lázaro Báez en Santa Cruz, según surge de documentos confidenciales cuya copia obtuvo LA NACION y confirmaron tres fuentes de distintas reparticiones públicas.
Las sospechas se centran en el ex miembro del directorio del Banco Nación Jorge Omar Maldonado Santechia, quien presidió durante años el Comité de Auditoría de la mayor entidad bancaria del país, pero cuyo nombre ahora también figura en el expediente sobre Báez que instruye el juez federal Sebastián Casanello.

A cargo de supervisar toda el área antilavado del Banco, Maldonado quedó en la mira luego de que la sucursal en Comodoro Rivadavia del Banco Nación abrió cinco plazos fijos por un total de US$ 7,5 millones a nombre de la petrolera Epsur y de Austral Construcciones, dos empresas controladas por Báez.
La primera reacción de los oficiales de cumplimiento antilavado de la entidad resultó la correcta. Le pidieron al ex socio del ex presidente Néstor Kirchner que justificara el origen de esos fondos, que se repartieron en cuatro plazos fijos a nombre de Epsur y el restante bajo la titularidad de la constructora Austral.
"La respuesta que dio fue que el dinero correspondía al flujo normal de los negocios y que los plazos fijos eran también propios de la operatoria comercial, lo cual no resultó satisfactorio", detalló una fuente oficial al tanto de lo ocurrido.
Los problemas dentro del Banco Nación comenzaron a partir de ese momento. 
pd: el resto de la nota publicada hoy en LA NACIÓN, acá.

sábado, 17 de agosto de 2013

Boudou - se cierran las puertas en Formosa

En apenas cuatro carillas, el Superior Tribunal de Justicia de Formosa bloqueó el pedido de la oposición provincial que pretendía acceder al expediente administrativo en el que el gobierno de Gildo Insfrán pagó una comisión de $ 7,6 millones a Alejandro Vandenbroele  por su supuesto asesoramiento en el canje de la deuda pública que renegoció con el entonces ministro Amado Boudou.

El Tribunal rechazó el pedido de la oposición en un fallo unánime de sus cinco miembros, cuatro de ellos designados por el gobernador Insfrán. Concluyeron que los legisladores no demostraron “cuál es el interés o el derecho afectado”, como así tampoco para qué querían obtener esa información pública.

“En otras palabras –expuso el Tribunal, en una resolución con múltiples errores de ortografía–, la información requerida no se sabe a aque [sic] efectos se solicita, amén de ni siquiera demostrar como [sic] es que la contratación señalada ha ocasionado un perjuicio como lo manifiestan, sin probarlo”.


Los legisladores radicales Martín Osvaldo Hernández y Osvaldo Omar Zárate pretendían acceder al expediente administrativo en el que el ministro de Economía formoseño, Jorge Ibáñez, dispuso pagarle $ 7,6 millones a The Old Fund por su supuesto asesoramiento para el canje de la deuda provincial que negoció Boudou desde la Nación.

Ese pago acumuló múltiples zonas grises. Entre otras, que The Old Fund carecía de expertos en reestructuraciones, finanzas o siquiera de un perito mercantil, y cobró en efectivo y varios meses antes de que dicho canje siquiera se completara.

La factura que The Old Fund le entregó a Formosa –una de las provincias más pobres y con peores índices sociales del país– fue la 0002 de su formulario –la primera había sido anulada– y escrita a mano.

pd: el resto de la nota publicada hoy en LA NACIÓN, acá.

jueves, 15 de agosto de 2013

Cristóbal + Petrobras + ¿coimas? = Brasil

La maquinaria institucional brasileña comenzó a moverse. El Ministerio Público y el Tribunal de Cuentas de la Unión (TUC) anunciaron ayer que investigarán el presunto pago de sobornos multimillonarios y otras supuestas irregularidades reportadas en tres operaciones internacionales de la petrolera estatal de ese país, Petrobras. Una de ellas, la venta de sus activos al empresario patagónico Cristóbal López.

La investigación de las autoridades brasileñas buscará determinar si los supuestos delitos e irregularidades generaron un perjuicio para las arcas públicas o derivaron en un actuar imprudente o una gestión antieconómica de la petrolera.

La pesquisa se acumulará a un expediente ya abierto por el Ministerio Público y el TCU que se centraba hasta ahora en distintas operaciones bajo la lupa de una refinería en Pasadena, Texas, Estados Unidos, con un sobreprecio que se sospecha que podría superar en US$ 1180 millones los valores de mercado.


El fiscal Marinus Marsico [foto, arriba], según se informó ayer, pedirá documentación sobre los tres contratos bajo sospecha de Petrobras a los que se refirió el operador político João Augusto Henriques en el último número de la revista brasileña Época, con nombres, datos y cifras sobre los supuestos sobornos pagados a políticos y ejecutivos de ese país para destrabar tres operaciones. 

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miércoles, 14 de agosto de 2013

López, Petrobras y un "conector" bajo la lupa

Grupo Indalo, el imperio que lidera el empresario patagónico Cristóbal López, negó ayer haber pagado coimas a políticos y ejecutivos de la petrolera estatal brasileña Petrobras para comprar sus activos en la Argentina. Pero las dudas persisten sobre el destino final de US$ 8,8 millones que el Grupo admite que desembolsó.

La desmentida de Indalo llegó horas después de que LA NACION profundizara la información que durante el fin de semana difundió la revista brasileña Época en base al testimonio del operador político Joao Augusto Henriques, al que cerca de López anticiparon que exigirán que se retracte y que lo demandarán.


Ante la consulta de LA NACION, dos de los máximos colaboradores de López defendieron la “legalidad” de la operación. Negaron cualquier irregularidad y aportaron copias de los documentos y facturas por US$ 2,8 millones que cobró el operador argentino Jorge Rottemberg en concepto de “honorarios por la gestión de representación en la comisión de la compra y adquisición” de los activos locales de Petrobras.

De esos mismos documentos surge, sin embargo, que López y su mano derecha, Fabián de Sousa, también se comprometieron a pagarle a Rottemberg –mediante su firma uruguaya Millfox– otros US$ 8 millones por el 50% de las acciones de Vía Cuántica SA, una sociedad que pretendían utilizar para el “trading de combustibles a nivel global”.

De ese modo, el operador argentino embolsaría un total de US$ 10,8 millones. Es decir, poco más que el mismo monto que, según Augusto, se canalizó a través de otra firma uruguaya de Rottemberg para el pago de sobornos a ejecutivos de Petrobras y políticos brasileños.

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martes, 13 de agosto de 2013

Cristóbal López - un grande problema no Brasil

Problemas inesperados en Brasil para el empresario patagónico Cristóbal López. Habría abonado un supuesto soborno por US$ 10 millones para destrabar la farragosa compra de la refinería San Lorenzo y 360 estaciones de servicio a la petrolera estatal brasileña Petrobras, según reveló la revista Época de ese país.

La revista se basó en documentos privados y las declaraciones de varios partícipes en la presunta operatoria ilegal para detallar cómo habría sido la ruta del dinero negro. Entre ellos, João Augusto Henriques, un conocido operador del partido político PMDB brasileño, quien admitió su participación en la cobranza de “propinas” en distintos contratos de Petrobras. Uno de ellos, por los activos argentinos de la petrolera.


Los sobornos supuestamente recibidos, según Augusto, habrían llevado siempre el mismo destino: aceitar a ejecutivos de Petrobras, engordar los bolsillos de políticos brasileños y financiar las campañas electorales del PMDB -entonces aliiado con el oficialista PT-, que en la actualidad controla 79 de las 513 bancas de la Cámara de Diputados, 20 de 81 escaños senatoriales y ganó 7 gobernaciones en las elecciones de 2006.

“Yo tenía que pasar 5 millones de dólares a PMDB”, relató Augusto a la revista. “A partir de allí, no sé a quiénes les pagaban, ni cuánto. Vos se lo pasás a uno y a partir de allí, no podés saber si se lo dio a otro, se lo dio a media docena o se lo quedó”, explicó.

En enero de 2011, y tras un largo proceso que incluyó una ardua discusión sobre el valor final de la venta por la inflación argentina, López cerró un acuerdo definitivo con Petrobras para la compra de su refinería en la localidad santafesina de San Lorenzo. Ese acuerdo también alcanzó a 360 estaciones de servicio y el stock de petróleo y combustibles que se encontraban en esas instalaciones. 

pd: el resto de la nota publicada hoy en LA NACIÓN, acá.

martes, 6 de agosto de 2013

Te escucho, Mr. Google

Stanford University.

El maestro llega, sólo, en su camioneta de clase media y su sweater multicolor.


Bromea con todos. Pregunta, escucha. Sólo luego habla. Y el resto, nosotros, llegados de los cuatro continentes, escuchamos. Aprendemos.

Eric Schmidt, ex CEO y actual Chairman de Google, dio una clase magistral. Lo fue por lo que dijo, pero también por cómo lo dijo y por escuchar y preguntar tanto o más de lo que habló y respondió. Maestro.