viernes, 28 de junio de 2013

Lázaro y sus 7 mágníficos

Estalla un escándalo. El protagonista se sabe, pues, en el ojo de la tormenta. Y ni qué hablar si además aparece por televisión. Sabe que está para el cachetazo.

La mano se complica más para el protagonista si, por las sospechas que lo rodean, llueven las denuncias penales. Una, dos, seis, diez.

Pregunta, que por obvia, no hay que soslayar: ¿cuánto tiempo puede demorar ese protagonista en comenzar a limpiar lo que deba limpiar? Sea su casa, sus oficinas, sus bóvedas, sus cajas de seguridad. ¿Cuánto tiempo le tomará concluir que debe eliminar discos rígidos, quemar papeles, esconder documentos, transferir fondos a otras cuentas, sacar lo que fuera del país? ¿Una hora, un día, una semana?

A esto hay que sumar que cuanto más pesado el protagonista, más grande es su entorno que lo rodea, lo asesora, lo mima, lo protege y, llegado el caso, lo encubre. Y que sabe que, si ese protagonista tiene algo que ocultar, es muy probable que podría terminar incriminado en algo si ese protagonista se duerme y no destruye, esconde, limpia lo que haya que destruir, esconder, limpiar.


Ahora bien, mientras que el protagonista y su entorno se convierten en "Los-Siete-Magníficos-de-la-Limpieza", esa Justicia que recibe las denuncias se toma tooooodooooo el tieeeeeempooooo necesario para adoptar las primeras medidas de prueba que, por supuesto, son obvias. Como, por ejemplo, ordenar múltiples allanamientos simultáneos. Que, claro, deberían ordenarse cuanto antes para evitar, en efecto, que el protagonista y su entorno lo borren todo.

Todo esto viene a cuento, claro, de lo que hoy trascendió. ¿Qué es? Que el empresario patagónico sospechado de lavado de activos, Lázaro Báez, revisó y limpió sus 14 cajas de seguridad que tenía en el Banco de Santa Cruz antes de que llegara, SEIS DÍAS DESPUÉS, la Justicia. Lo que, por supuesto, va en línea con la limpieza de la financiera SGI por su contador, Pérez Gadín.

Porque la Justicia será ciega, pero con algunos es ciega, sorda, muda, lenta y estúpida.

pd: más datos sobre la limpieza de Báez, acá y acá; lo que ya había trascendido de SGI, acá.

martes, 25 de junio de 2013

Boudou insiste con su sobreseimiento

El vicepresidente Amado Boudou apeló ante la Cámara Federal porteña la decisión del juez federal Ariel Lijo, quien había rechazado su pedido de sobreseimiento por falta de acción.

O dicho de otro modo: Boudou quiere salirse del "caso Ciccone" antes de las elecciones de octubre. Y si es posible antes de las primarias de agosto, mejor.

¿Por qué? Porque se considera inocente (y lo es hasta que una sentencia firme determine lo contrario), porque considera que no hay méritos para sospechar de él... y porque sabe que después de octubre la influencia del poder sobre los Tribunales podría resultar MUY distinta.


De allí, pues, de intentar una vía excepcional (como es plantear una "excepción de falta de acción"), en el expediente en el que también se investiga a su socio, José María Núñez Carmona, a su presunto testaferro, Alejandro Vandenbroele, a sus padres, hermanos y pareja, entre otros.

Y algo más: para los tercos que aún consideran que Boudou no está acusado o siquiera imputado en esa causa penal. ¿Cómo es posible, entonces, que haya pedido su sobreseimiento? ¿Pidió lo más cuando no estaba lo menos? Hay algunos que son más papistas que el Papa hasta quedar en ridículo.

pd: más datos acá, acá.

lunes, 24 de junio de 2013

Fariña, el "Nueve Reinas" de Lázaro Báez

Leonardo Fariña no tenía plata, título universitario o contactos. Pero era capaz de ofrecerle el Obelisco a quien se le pusiera delante y prometer ganancias al desprevenido. Así llegó hasta Lázaro Báez. Y así se hizo millonario. En un golpe de fortuna que terminó mal, con una huida que continúa hoy, según surge de los testimonios de 20 personas que lo conocieron durante su ascenso, apogeo y escándalo, y decenas de declaraciones judiciales, correos electrónicos, documentos privados y públicos.



La imagen que surge de Fariña es muy distinta de la que él alienta. Muestra a un muchacho que hablaba de operaciones millonarias para comprar Telecom con una familia real del Medio Oriente o de financiar el proyecto Condor Cliff – La Barrancosa con sus contactos en el Banco de Desarrollo de China, pero que pedía $ 500 prestados para la cuota de alimentos de su hijo. O que decía ser hijo de Néstor Kirchner –y fue el epicentro de un llamado, y acaso de un encuentro en Roma- de la Presidenta, pero volvía a su ciudad, La Plata, en colectivo. Hasta que llegó el momento en que, a fines de 2010, se ganó la confianza del socio K. Y luego su furia.

Pero puesto a decirlo todo y proponerlo todo, Leonardo Fariña llegó a alturas inusuales. Poco después de la muerte de Néstor Kirchner, en octubre de 2010, comenzó a afirmar entre algunos interlocutores que era hijo del ex Presidente, mientras que a otros les dijo que no era su vástago, pero sí que lo conocía y que tenía un vínculo con él. ¿Por qué? ¿Para que se le abrieran puertas en el Gobierno y en el sector privado que de otro modo hubieran permanecido siempre cerradas? Sólo él lo sabe.

pd: el resto del reportaje publicada ayer en LA NACIÓN, acá.

sábado, 22 de junio de 2013

La ruta negra de Lázaro - todo vuelve

El fiscal José María Campagnoli lo hizo otra vez. Primero acumuló evidencias sobre cómo se habrían sacado 50 millones de euros negros de la Argentina a través de la financiera SGI. También reconstruyó cómo su dueño, Federico Elaskar, cedió sus acciones bajo amenazas del entorno del empresario ultrakirchnerista Lázaro Báez. Y, ahora, completó la tarea: detalló cómo ese grupo habría repatriado su equivalente en dólares, 65 millones, ya blanqueados, y los reinsertó en el circuito legal a través de una cuenta bancaria de su nave insignia, Austral Construcciones.

El presunto círculo del lavado se cerró del modo más polémico, según surge de la ruta del dinero ya lavado. Porque entre fines de 2012 y abril de este año retornó al país en forma de títulos de la deuda pública argentina y se depositó en una cuenta del Banco Nación, frente a la Plaza de Mayo y la Casa Rosada, ante la pasividad de su área antilavado y de la Unidad de Información Financiera (UIF).


Campagnoli expuso esos hallazgos en un escrito que presentó el miércoles en la causa que instruye la jueza María Gabriela Lanz por la presunta extorsión padecida por Elaskar para que entregara el control de la financiera, conocida en el mundillo financiero como “La Rosadita”, y que corre en paralelo a la investigación por presunto lavado de activos que instruye el juez federal Sebastián Casanello.

El fiscal solicitó, además, que se cite a prestar declaración indagatoria al hijo del empresario, Martín Báez, al igual que a dos miembros de la sociedad suiza que tomó el control de SGI, Helvetic Services Group, Verena Úrsula Fontana y Claudio Fontana. Los consideró protagonistas de toda la presunta operatoria de lavado desarrollada por lo que calificó como la “armada de valijeros y testaferros de Lázaro Báez y sus socios”.

pd: el resto de la nota publicada hoy en LA NACIÓN, acá.

viernes, 21 de junio de 2013

A la espera de tus señales de humo

Si usted tiene información, de cualquier tipo y factor, favor de comunicarse con este receptor en cualquier horario y día por las siguientes vías:

- Este mismo blog: a través de los comentarios.


- Por teléfono (mi directo en la redacción del diario LA NACIÓN): al (54-11) 4319-4408

- Por fax: (54-11) 4319-1665


- Por Twitter: @halconada

- Por correo: a calle Bouchard 557, piso 5°, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, CP 1106, República Argentina.

Desde ya, muchas gracias.

martes, 18 de junio de 2013

Perón, salud y poder; un cóctel peligroso

¿Cuál es el límite para un aspirante al poder? ¿Qué está dispuesto a entregar con tal de obtenerlo? ¿Y para retenerlo? ¿Renunciar a su familia? ¿A su propia vida? La historia está repleta de líderes, políticos y económicos, que fueron capaces de todo por una cuota, mayor o menor, de influencia. Pero hay ejemplos paradigmáticos, terribles, que sacuden a todo un país. Así fue con Juan Domingo Perón que, tras casi dos décadas en el exilio y una transición comandada por Héctor Cámpora, aquel "delegado" que pasó a ser visto casi como un traidor por el General, arribó a su tercera presidencia con un costo atroz para sí y, en cuestión de meses, para el país.



Preciso y sólido, Los secretos de los últimos días de Perón permite refrescar la memoria de quienes vivieron aquel período y ofrece una ventana casi única a quienes ni siquiera habían nacido cuando se desencadenó la tragedia. Para eso, el libro ofrece una triple perspectiva: combina la información oficial o pública que circuló durante aquellos meses, los datos reservados o íntimos que quedaron ocultos durante años (muchos de los cuales recién ahora salen a la luz) y la historia clínica del paciente, que era nada menos que Perón.

Esa triple perspectiva depara resultados notables, por ejemplo, cuando Castro aborda la masacre de Ezeiza, que provocó en Perón una pleuropericarditis aguda, silenciada por sus colaboradores. O su viaje a Uruguay, que derivó en un edema agudo de pulmón durante una noche pesadillesca, aunque su Gobierno montó al día siguiente uno de sus habituales operativos de desinformación, a través de la agencia Télam y el Canal 7.


pd: el resto de la reseña publicada en ADN, acá.

lunes, 17 de junio de 2013

IGJ - un cepo para proteger a Boudou

En plena tormenta por el “caso Ciccone”, la cúpula de la Inspección General de Justicia (IGJ) montó un “cepo informativo” para proteger al vice Amado Boudou y evitar que la información societaria “sensible” que controlaba el organismo llegara a las manos de jueces, legisladores de la oposición y periodistas, según surge de documentos y correos electrónicos en que funcionarios de la IGJ discutieron como implementar ese cerrojo.

La decisión la tomó el entonces titular de la IGJ, Norberto Berner, quien luego fue ascendido dentro del Gobierno a secretario de Comunicaciones. Antes, al frente de la Inspección conformó un grupo de funcionarios que aportaron propuestas y fundamentos para fundamentar el “acceso a la información contenida en las bases de datos de la IGJ” y que los reclamos posteriores por la denegatoria llegaran a la Justicia, de acuerdo a esos documentos,  que refrendó uno de sus miembros, el ex inspector legal del organismo, Fernando Scanavino.


“La orden era proteger a Boudou, y no dar nada sobre él o sobre el caso Ciccone”, confirmó Scanavino, quien se desempeñó como inspector legal de sociedades comerciales en la IGJ hasta fines de 2012, cuando se convirtió en el primer abogado despedido sin causa del organismo desde los años ’90. Según afirmó durante una entrevista, por oponerse a las prácticas que implementó La Cámpora al desembarcar en el organismo. 

Scanavino se convirtió así en el segundo ex funcionario de la IGJ que denuncia, con nombre apellido, los presuntos delitos e irregularidades que observó dentro del organismo que depende del Ministerio de Justicia, en línea con lo que dijo la ex directora del Registro Nacional de Sociedades, Silvina Martínez, que LA NACION publicó el domingo pasado.

pd: el resto de la nota publicada hoy en LA NACIÓN, acá.

domingo, 16 de junio de 2013

De Suiza a Garbarino, con escala en Panamá

Helvetic Services Group (HSG), el misterioso fondo suizo que desembarcó en la financiera SGI, conocida como “La Rosadita”, apareció en un informe propio de fines de 2011 como controlante del Grupo Garbarino, uno de los emporios más poderosos del país, con ingresos que superan los $ 5000 millones al año.


El dato surge de un reporte que un contador de HSG entregó a la Inspección General de Justicia (IGJ), en el que detalló su participación accionaria en otras 16 sociedades alrededor del mundo con activos declarados por US$ 60 millones. En Panamá, consignó que controlaba el 100% de Financiera del Exterior del Comercio SA, que figura en la Argentina como dueña del 95% del Grupo Garbarino, que abarca su cadena de locales de venta de electrodomésticos, Compumundo, Garbarino Viajes y Digital Fueguina.

Desde Garbarino confirmaron que existió un vínculo con Helvetic Services Group desde 2005 a través de una firma panameña, pero indicaron que ese vínculo se cortó antes de que estallara el escándalo que protagoniza el empresario ultrakirchnerista Lázaro Báez. Precisaron que ya nada une al grupo empresario con el fondo suizo y que así consta inscripto ante la IGJ para el período que cerró el 31 de diciembre pasado.

pd: el resto de la nota publicada hoy en LA NACIÓN, acá.

jueves, 13 de junio de 2013

Corrupción + Poder + Impunidad = muerte

Un día como hoy, mientras vemos otra vez las imágenes de una nueva tragedia ferroviaria (y van...), más vale que recordemos una premisa central de este país de las últimas décadas: “La corrupción, tarde o temprano, mata”.



Y algo más: la corrupción sólo se puede comprender desde el axioma que una vez lanzó al aire Alfredo Yabrán: “Poder es impunidad”.

Así, y sólo así, se entiende al menos parte de lo que vivimos. Y de lo que vislumbra el fiscal federal Federico Delgado, quien no sólo investigó la “Tragedia de Once” sino que, antes, mucho antes, investigó el caso “Coimas en el Senado”.

¿Qué vislumbra? Pues eso: que se prepara el terreno para la impunidad en uno de los escándalos más graves de corrupción desde el retorno de la democracia.

¿Cómo? Él lo explica: “A partir de las crónicas del juicio comenzó a sedimentarse una información que circula por los pasillos de Tribunales en lenguaje de jerga: ‘El caso se cae porque no se probó’. Con esta premisa voy a trabajar; es decir con la impunidad a la que puede quedar reducido este expediente. La pregunta es: ¿Cuáles fueron las razones que permitieron semejante mutación simbólica? ¿Cómo ocurrió que un caso que conmovió a la sociedad y que estaba esclarecido, se disolvió trece años después? (…) Hay que hacer una distinción vinculada al capital simbólico, prestigio social y poder económico de los imputados que se traduce así: cuando la intensidad de esos indicadores es menor, es más largo el brazo de la Justicia (en delitos menores, hay condenas). En cambio, cuando esa intensidad aumenta, como en los casos de corrupción, no hay penalidades. Es decir, a veces el juicio no se hace porque las causas duermen mientras pasa el tiempo (la prescripción); a veces porque se realiza un pacto entre los acusadores y los imputados homologado por los jueces llamado ‘juicio abreviado’; a veces porque se ‘suspenden a prueba’ y las tareas comunitarias permiten la exculpación o, finalmente, se realiza un juicio muy largo que se limita a repetir la instrucción de una manera teatral, para hallar grietas que permitan implementar una decisión previa: que ‘la causa se caiga’.


Así, cuanto más poder (sea propio o institucional o partidario o económico) se sienta en el banquillo, menores las probabilidades de una condena. Y en esta investigación, vale recordar, la mira se centró en un ex Presidente de la República, ministros y senadores de ambos partidos.

Porque Don Alfredo ya lo dijo: “Poder es impunidad”.

pd: el resto de la estupenda columna de opinión que publicó la revista Noticias, acá.

lunes, 10 de junio de 2013

Boudou & Báez - la IGJ retacea lo que sabe

La Inspección General de Justicia (IGJ) es un organismo politizado, que maneja de manera arbitraria, mediante el miedo, la información que controla sobre miles de sociedades comerciales. Así, puede negarle (o al menos retrasar) las respuestas requeridas a jueces, fiscales, legisladores y periodistas, pese a que debería ser un registro público de comercio.

Así lo afirma Silvina Alejandra Martínez, quien hasta mediados del año pasado fue la directora del Registro Nacional de Sociedades de la IGJ, bajo la órbita del Ministerio de Justicia de la Nación. Ocupó ese cargo desde febrero de 2010 y hasta que se enfrentó con sus superiores por negarse a acatar ciertas órdenes que, para ella, podían configurar delitos. ¿Resultado? Le redujeron el salario y luego la echaron. Por eso presentó un amparo, que ahora tramita en la Justicia.


Las irregularidades dentro de la IGJ abarcan un amplio abanico, según reconstruyó LA NACION durante el último año. ¿Por qué? Para proteger, entre otros, al vicepresidente de la Nación, Amado Boudou. A Sergio Schoklender y la Fundación Madres de Plaza de Mayo. O, en estos momentos, acotar la información disponible sobre las sociedades de Lázaro Báez.

 “Los oficios que se consideraban de alguna manera ‘complicados’ porque tenían repercusiones mediáticas o involucraban a determinados funcionarios del Gobierno nacional o porque ellos los consideraran distintos eran frenados”, denuncia Martínez. “Tenían que ser evaluados por Varela y por la gente que trabaja con él en el Ministerio”.

-¿Recuerda algún ejemplo?
-Sí, particularmente todo lo que tenía que ver con el caso Ciccone.

 pd: el resto de la entrevista publicada ayer en LA NACION, acá.

viernes, 7 de junio de 2013

jueves, 6 de junio de 2013

"Lo miro a usted", Boudou (ji, ji, ji...)

Exponía el jefe de Gabinete, Juan Manuel Abal Medina, ante el Senado. Respondía algunas preguntas y escuchaba a los legisladores. Entonces llegó el turno de la senadora radical Laura Montero, que reclamó por la falta de respuestas oficiales sobre la intervención y expropiación de la ex Ciccone.

Por supuesto, el que presidía la sesión era Amado Boudou, en su rol constitucional de Vicepresidente de la Nación y, por tanto, Presidente del Senado.

Entonces, la senadora Montero se despachó:


Todo un caballero, Abal Medina saltó en auxilio de su Vicepresidente. A los gritos le reclamó a Montero: "Míreme a mí, senadora".

Ji, ji, ji...

pd: más datos sobre el incidente, acá y acá.

miércoles, 5 de junio de 2013

La denuncia vs los Ciccone, cual pelota de rugby

La intentona no duró. El juez federal Julián Ercolini ordenó ayer enviar la denuncia penal que presentó la intervención de la imprenta Ciccone contra la familia fundadora y algunos de sus acreedores a la justicia ordinaria, para que se investigue allí en vez de en los tribunales federales de Comodoro Py, como pretendió el Gobierno.

Ercolini tomó esa decisión en línea con la recomendación del fiscal federal Federico Delgado, quien había concluido que la denuncia por el presunto vaciamiento de la empresa y un supuesto lavado de activos por parte de la familia Ciccone no debía continuar en el fuero federal, aun cuando también había sugerido algunas medidas de prueba iniciales dada la “urgencia del caso”.


Ercolini solicitó entonces a distintos jueces del fuero comercial que le informaran los expedientes que tramitaban en contra de la imprenta con reclamos de acreedores para determinar los pasos por seguir, decisión que adoptó ayer.

La denuncia se centra en cuatro grandes operaciones comerciales y financieras por varios millones de dólares ocurridas entre fines de 2007 y principios de 2010, es decir, meses antes de que irrumpiera en escena The Old Fund, con el abogado Alejandro Vandenbroele, quien quedó fuera de la presentación oficial.

pd: el resto de la nota publicada hoy en LA NACIÓN, acá.

martes, 4 de junio de 2013

Lavado: sin herramientas, no hay fiscales

Para el ex jefe de la división de Investigaciones en la Oficina del Fiscal de Nueva York, Adam S Kaufmann, hay una premisa central cuando se trata de investigar delitos de cuello blanco, lavado de activos o corrupción política. “La clave es darle a los fiscales las herramientas necesarias para que puedan investigar e ir hacia arriba, más allá de los peces chicos”, dice. Y, de eso, sabe.

Por “culpa” de Kaufmann [foto, abajo], gigantes de las finanzas mundiales como HSBC –que lavó montañas de dinero físico de carteles de la droga de México y Colombia–, Credit Suisse, Standard Chartered Bank, Barclays, ING Bank y Lloyds pagaron multas por más de US$ 2400 millones. Es decir, más dinero que el que jamás recuperó la Justicia argentina.

Kaufmann trabajó durante más de 18 años en la Fiscalía de Nueva York, de los que los últimos 10 se concentró en las pesquisas por lavado de activos y corrupción política, como cuando puso contra las cuerdas al ex alcalde de San Pablo, Paulo Maluf. Pero también tiró de la cuerda de unas empresas fantasmas con ramificaciones en Manhattan y las pistas lo llevaron por la Triple Frontera, el Líbano e Irán, con movimientos por cientos de millones de dólares que, en ciertos casos, llegaron hasta las familias de terroristas suicidas.

Por esa experticia, Kaufmann se reunió junto a su entonces jefe, el fiscal Cyrus Vance, en Manhattan, con el titular de la Unidad AMIA, Alberto Nisman, con quien cruzaron información. “Habíamos detectado mucho dinero que fluía desde Irán hacia Venezuela, incluso para proyectos militares”, recuerda.

pd: el resto de la entrevista publicada hoy en LA NACIÓN, acá.

lunes, 3 de junio de 2013

Lázaro y un imperio que da pérdidas (¿pérdidas?)

El empresario patagónico Lázaro Báez usó técnicas de "contabilidad creativa" para ocultar pérdidas por más de $ 250 millones de Austral Construcciones, la nave insignia de su imperio constructor, durante los años 2008, 2009, 2010 y 2011. Así surge de los balances oficiales de esa compañía.

Báez escondió ese déficit multimillonario con varios artilugios. Entre ellos, el ingreso extraordinario de 254,3 millones de pesos desde Uruguay y Belice durante 2011, como ya informó LA NACION. Pero también con aportes recibidos desde otras de sus empresas o sumando $ 32 millones de más en su patrimonio durante el ejercicio 2008.


Las pérdidas descubiertas en la principal constructora de obras públicas de la Patagonia desde su creación -apenas 17 días antes de que Néstor Kirchner asumiera la Presidencia- muestran otra cara de los negocios de Báez. En particular, durante los años en que acumuló deudas por alrededor de $ 314,8 millones con el Banco Nación, según consta en los registros del Banco Central.

Los números de esos balances parecen confirmar una declaración que lanzó el valijero Leonardo Fariña en una de las entrevistas que mantuvo con el periodista Jorge Lanata sobre las empresas de Báez (aunque luego de estallar el escándalo se desdijo): "Técnicamente, ellos pierden plata; pero la ganan con la negra".

De hecho, la operatoria de Báez tiene similitudes con la del ex constructor Victorio Américo Gualtieri, que acumuló contratos de obras públicas por más de $ 1000 millones en la provincia de Buenos Aires durante la gestión de Eduardo Duhalde. Al mismo tiempo, sumó deudas incobrables por $ 106 millones con el Banco Provincia, una cifra que lo ubicó segundo en la lista de morosos del fideicomiso que debió aprobar la Legislatura para salvar al Bapro.

pd: el resto de la nota publicada hoy en LA NACIÓN, acá y acá.