viernes, 7 de septiembre de 2012

(Al menos) 7 ROS para un escándalo

Alejandro Vandenbroele y Máximo Lanusse compartían una cuenta corriente en el Santander Río. Y juntos cosecharon un reporte de operación sospechosa (ROS) de lavado de activos que el banco envió a principios de este año a la Unidad de Información Financiera (UIF), que preside José Sbattella.

Ese ROS, sin embargo, no fue el único que protagonizó Vandenbroele o algunos de los otros personajes del “caso Ciccone”. La unidad antilavado cosechó al menos 7 alertas emitidos por alarmas locales e, incluso, desde el exterior.


Junto a The Old Fund acumuló otros dos reportes, y desde Madrid también llegó un informe de la Comisión de Prevención de Blanqueo de Capitales e Infracciones Monetarias (Sepblac), la unidad antilavado española, tal como LA NACION reveló el 22 de abril último.

Investigado por la Justicia como presunto testaferro del vicepresidente Amado Boudou, Vandenbroele avanzó a su vez sobre la ex Ciccone junto con José María Núñez Carmona, el íntimo amigo y socio del ex ministro de Economía, según indicaron múltiples fuentes durante los últimos meses a LA NACION. Y Núñez Carmona también cosechó un par de reportes de operaciones sospechosas de lavado de activos.

pd: el resto de la nota publicada en LA NACIÓN, acá.

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