miércoles, 7 de julio de 2010

Nunca por escrito

Regla básica para todo asuntillo picaresco, piratesco, corrupto o, cuando menos, sensible: NUNCA POR ESCRITO. Porque, más temprano o más tarde, puede filtrarse.

Eso es lo que le recordó el canciller Héctor Timerman al subalterno que redactó el cable secreto que este domingo reveló LA NACION en el que alertó sobre la exclusión de dos empresas argentinas, por orden de José María Olazagasti, el asistente del ministro Julio de Vido, durante una "reunión paralela" en la que se cocinaron algunos negocios con Venezuela.

-¿Usted en algún momento le comentó a Sigal que informaciones de ese tipo era mejor conversarlas que publicarlas o mandarlas en el memo?, le preguntó el periodista Charly Fernández durante un diálogo radial.

-Si, sí, se lo dije. Sobre todo no mandar un cable, contestó Timerman.
El canciller comentó luego que le recomendó a Sigal “no mandar un cable que lo van a ver 100 o 200 personas. Es una invitación a filtrarlo o que lo filtre alguien”. Y remató: "Si él creía que era algo tan grave tendría que haber venido a verme a mí”.

No sé si hay que felicitar al canciller por darle una lección práctica a Sigal sobre periodismo (periodistas = busca-papeles). Pero lo que seguro me pregunto es si a Timerman, en realidad, sólo le interesa es tapar posibles escándalos (es decir, ocultar la verdad).

Porque de ahí a la omertá siciliana hay un trecho muy corto...

pd1: la nota, acá.

pd2: cuentan los que cuentan que dentro de la Cancillería hay un clima más que feo, mezcla de caza de brujas (fuentes), desconfianza generalizada y reproches cruzados...

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