martes, 8 de diciembre de 2009

De búsquedas y (des)encuentros - I

Como es bien sabido ya, la Justicia argentino pidió la captura internacional de Guido Alejandro Antonini Wilson hace ya un poco más de dos años.



La verdad es que el juez Daniel Petrone puede sentarse a esperar.

Antonini ya adelantó que NO quiere viajar a la Argentina en las actuales condiciones. ¿Cuáles son esas condiciones? Las que él, siendo estadounidense, le explicaría al juez estadounidense que debería definir su eventual extradición.

1. La actual Presidenta y su antecesor en el cargo (es decir, Néstor K.), como cabezas del PODER EJECUTIVO ya lo señalaron como delincuente, prófugo, agente de inteligencia, actor de una operación basura.

2. El Congreso aprobó una declaración de repudio y condena contra Estados Unidos (y Antonini) por esa supuesta operación de inteligencia. Así que el PODER LEGISLATIVO de la Argentina también está en su contra.

3. El juez Petrone fue nombrado por el Consejo de la Magistratura según su composición actual, es decir, bajo el control kirchnerista. Ergo, afirma Antonini, el PODER JUDICIAL también se encuentra bajo el control de la Casa Rosada y, por tanto, en contra suya.

Siendo estadounidense, Antonini espera que el juez estadounidense no lo entregue así como así. Más aún, lo que también podría argumentar la abogada del supuesto "valijero", Theresa Van Vliet, es que la Casa Rosada podría violar el acuerdo de extradición con Estados Unidos y deportar a su cliente a Venezuela tras juzgarlo en la Argentina. Y en Caracas, Antonini puede ser convertido en arepas en 24 a 48 horas.

Así que, muchachos, habrá que sentarse a esperar. Las probabilidad de que Antonini arribe pronto a la Argentina son, más bien, escasas...

pd: en otro post, prometo comentar qué pasa con Diego y Daniel Uzcátegui, los otros dos venezolanos con pedido de captura por la Justicia argentina que, en teoría, son inhallables...

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